el vestido de bea
Bea nos llamó un día contándonos que se casaba el 9 de mayo y quería que fuéramos nosotras la que realizaramos su vestido de novia. Para ser sinceras llevábamos tiempo pensando en la posibilidad de emprender un proyecto así y nos encanta que haya sido ella la que nos animara a dar este paso con fuerza e ilusión.
Bea es un amor. Desde la primera reunión que tuvimos para ver que tenía en mente ya conectamos y a partir de ese momento en las siguientes citas todo fue como la seda.
Una vez definidos sus gustos y todo lo que a ella le parecía imprescindible en el diseño, elegimos el tejido: una seda en tono blanco roto y un tul de plumeti para la capa. Finalmente, tras varias pruebas, conseguimos lo más importante en una novia: que se sintiera ella misma.
Sin duda este vestido no pudo ser más especial. A pesar de que la boda tuvo que posponerse por la pandemia, Bea no perdió su ilusión en ningún momento y finalmente todo salió tal y como ella se imaginó.
